Claudia
Suena un pitido. Alguien me ha escrito un WhatsApp. Corro hasta mi cama, donde dejé antes mi móvil y desbloqueo la pantalla. Es Mery.
"A las 19:00 en la habitación de Alicia nos vestimos para ir a la fiesta"
Contesto a toda velocidad.
"OK. Nos vemos luego"
Regreso al armario y examino mi ropa. Quedan seis horas para la fiesta y aún no sé qué ropa me voy a poner. Ya puedo decidirme pronto, tengo que estar en dos horas en la habitación de Alicia.
Cojo los pocos vestidos que me he traído, los pongo sobre la cama y los examino. Hay dos que llaman mi atención. Uno es azul con un lazo blanco alrededor de la cintura y el otro es blanco con un lazo azul.
Como no consigo decidirme por ninguno de ellos se los llevaré luego a las chicas para que me ayuden a decidir.
Me dirijo a la estantería que se encuentra al lado del escritorio y decido qué perfume me voy a poner. Un poco de Carolina Herrera está bien.
Haberme duchado nada más terminar las clases y no dejarlo para más tarde ha sido una buena decisión, de no haberlo hecho no me habría dado tiempo.
Aspiro el aroma de la fragancia y compruebo que no me he quedado corta, así está bien.
La alarma de mi móvil anuncia que es hora de comer otra chocolatina. Quito el envoltorio y me la como. En las últimas horas el hambre no ha desaparecido, pero no puedo permitirme el lujo de saltarme la dieta.
Casi son las siete. Cojo los vestidos y salgo de mi habitación canturreando una canción de Estopa, acercándome al cuarto de Alicia. Llamo a la puerta y abre al instante.
—Hola Clau, pasa. Mery ya está aquí. —Me informa señalando con la cabeza hacia la cama donde está sentada la pelirroja.
Entro en la habitación de la morena y me siento en la cama al lado de Mery.
—Debemos darnos prisa si queremos llegar a tiempo — dice Alicia mientras se echa un poco de rimel. —Me ha llamado Manu antes de que vinierais y se ha ofrecido a llevarnos a la fiesta.
—Umm... yo creo que le gustas —digo mientras me levanto para echarme yo también un poco de rimel.
—Justo eso la estaba diciendo yo antes de que vinieras — dice Mery desde la cama. Por lo que parece no tiene intención de maquillarse.
—Y justo era lo que la estaba diciendo yo a ella, que son paranoias. —Contesta Alicia intentando dar por terminado el tema, pero no funciona.
—Vamos Alicia, ¿no te has dado cuenta de cómo te mira?
—Pues como cualquier amigo mira a una amiga.
—Algún día nos lo dirás — guardo el rimel y le doy una palmada en el culo a Alicia. Ella se ríe y también guarda el maquillaje que se estaba echando.
Mery sigue tumbada en la cama, lleva unos pantalones vaqueros y una camisa con volantes blanca.
—Pelirroja ¿quiéres un poco de sombra? —Le pregunta Alicia.
—Estáis locas si creéis que me voy a maquilar —se ríe. — No sé siquiera por qué voy a la fiesta.
—Por lo menos te quitarás esa ropa ¿no?. Está bien para ir a clase, pero no para una fiesta donde habrá chicos universitarios. —Pregunto a mi amiga.
—Ni de coña. —Se sienta sobre la cama y se cruza de brazos.
De repente se crea silencio en la habitación, Alicia y nos miramos, nos leemos el pensamiento y decimos al unísono.
—Una...Dos... ¡Y tres!
Alicia se abalanza sobre ella y se pone a horcajadas sujetándola las manos. Yo, sin embargo, la desabrocho los pantalones y intento quitarla la camiseta.
—¡Soltarme pervertidas! —Nos dice Mery queriendo parecer enfadada, pero escapándosela una carcajada.
—No te vamos a violar. —Dice Alicia riéndose todavía más fuerte.
Cuando consigo quitarla la ropa, intento meterla un vestido blanco por la cabeza. Pero ella no para de moverse.
—No puedo. Sujétala. —Le digo a Alicia, cuando estoy a punto de conseguirlo.
Al cabo de unos minutos la nueva ropa que lleva Mery nos deja a Alicia y a mi con la boca abierta.
—Wow pelirroja, tienes un cuerpazo. Deberías llevar ropa que te luzcan ese cuerpo. —Le digo a mi amiga.
Mery se dirige hacia el espejo y se mira en él. En el fondo estaba deseando que le pusiéramos el vestido, pero si se dejaba nos tendría que dar la razón y no podía permitírselo.
—Bueno una de tres. Solo quedamos tú y yo por vestirnos. —Me dice Alicia.
—Pues me tendréis que ayudar porque no sé que ponerme. —Les digo y les enseño el par de vestidos que he traído.
—¡El azul! —Gritan las dos.
Me alegro de que hayan elegido ese, me gustaba un uno por ciento más pero no lograba decantarme por ninguno.
Para cuando me he puesto el vestido azul con el lazo correspondiente a juego de unos zapatos blancos con plataforma, Alicia también se ha vestido. Lleva puesto un vestido negro ajustado que la llega por encima de la rodilla. También tiene un cuerpazo. Se agacha y se pone unas manoletinas blancas.
—Eh para el carro morena —me agacho y se las quito—. Con el vestido de infarto que llevas no te puedes poner esas manoletinas. Ahora mismo voy a mi habitación y te traigo unos perfectos.
Suspira y salgo por la puerta.
Al cabo de un minuto regreso y se lo enseño.
—No me pienso poner esos taconazos, que quieres ¿que me caiga? —Dice riéndose y volviéndose a poner las manoletinas.
Niego con la cabeza y se los pongo. Son unos tacones de plataforma iguales que los míos pero en negros.
La ayudo a levantarse y se mira en el espejo.
—Son perfectos... Pero me voy a caer, estoy segura.
—No te caerás, y si lo haces yo lo haré contigo. Además solo por ver la cara que pondrá Manu cuando te vea tienes que hacerlo.
Mery se ríe a carcajadas desde la cama. Alicia le saca la lengua a modo de burla y finalmente acepta.
—¿Listas? —Pregunta Alicia.
—¿Me esperáis un momento que voy al baño? —Pregunto a las chicas.
—Si, claro.
—Ahora mismo vuelo.
Salgo de la habitación y me dirijo al final del pasillo. Me aseguro que llevo unas cuantas chocolatinas para luego en mi bolso y me miro en el espejo. Tengo la cara un poco blanca, será una bajada de tensión o algo.
Al rato, oigo a las chicas que me están esperando en el pasillo. Me dirijo hacia la puerta del baño para salir y justo cuando agarro el manillar siento un ligero mareo. Aguardo unos segundos más hasta que se me pasa y salgo por la puerta.
—¡Vamos a pasarlo bien! —Digo a las chicas y salimos del edificio.