Camino hacia
mi habitación. El primer día de clase se me ha pasado más rápido de lo que
esperaba. Conocer a Manu ha sido una gran alegría, es un chico muy majo y muy
educado.
Al final de
la última clase se ofreció para acompañarme esta tarde a comprar el GPS que
necesito.
-Necesito
comprar un GPS antes de que empiecen en serio las clases y no tenga tiempo de
salir-Digo cuando el timbre que anuncia el final de la última clase suena en
todo el edificio.
-Hay unas
cuantas tiendas no muy lejos de aquí donde los venden a buen precio. Mi hermana
se lo compró en Tech, la tienda que está a dos manzanas de aquí.
-He mirado
unas cuantas por Internet. Ayer, de hecho, tenía pensado salir a comprarlo pero
conocí a unas compañeras de pasillo y pasé con ellas el resto del día.
-¿Tienes
algo que hacer esta tarde?- Me pregunta mientras guarda su cuaderno y su
estuche negro de Puma en su mochila de Adidas.
-La verdad
es que no. Tenía pensado quedarme en la habitación escuchando música. –Respondo
mientras guardo mis cosas en la mochila.
-Pues si
quieres, te puedo acompañar a comprarlo. Así miro yo algún MP4 baratillo, que
el mío se me rompió antes de venir.
-Valee.
La verdad es
que me alegro de que se haya ofrecido a acompañarme a comprar el GPS. Le acabo
de conocer y normalmente, por no decir nunca, no me fio de los desconocidos.
Pero Manu, tiene algo que te desprende confianza y yo para eso tengo un sexto
sentido.
-Te paso a
buscar a las ¿cinco y media?
-Vale, perfecto-
Le dedico una sonrisa.
-¿Cuál es tu
edificio?
-Es el H.
Está al otro lado del campus.
-Tranquila,
sé dónde está. Te espero en la puerta a las cinco y media. No tardes- Dice con
su sonrisa encantadora mientras me dedica un guiño.
-Tranquilo,
la puntualidad es mi punto fuerte- Le sonrió y subo un pulgar mientras le guiño
el ojo izquierdo.
Ambos nos
reímos y salimos de la clase. A los pocos minutos nos despedimos y cada uno
toma una dirección.
Yo voy hacia
el comedor, dónde quedé con Mery antes, después de chocar con aquel chico cuando
nos cruzamos y quedamos en vernos a la hora de la comida.
Para cuando
llego, está sentada sola en una mesa. Cojo una bandeja y espero mi turno para
que me sirvan la comida. Al cabo de unos minutos, me atienden y me dirijo donde
se encuentra ella.
-Hola Mery
¿qué tal tu primer día?-Pregunto mientras me siento en frente de ella.
-Muy bien,
aunque los de mi clase son todos unos creídos. Sobre todo una chica rubia, uff,
que manía la he cogido y eso que no he intercambiado una sola palabra con ella.
Me hace
mucha gracia el gesto que ha puesto mientras mencionaba a la chica rubia.
-Oye, por
cierto, ¿y Claudia? –Pregunto mientras me llevo el tenedor lleno de patatas a
la boca.
-Me ha
mandado un mensaje antes diciéndome que no venía, que tenía mucho sueño e iba a
descansar.
-Vaya es una
pena. Me ha caído muy bien.
Es verdad,
aunque al principio me dio la impresión de que era un poco creída y superior a
los demás luego me di cuenta como era realmente y me ha caído superbién.
-Tu a ella
también y mira que es difícil que ha Clau le caiga alguien bien a primera
vista.
Ambas nos
reímos.
El resto de
la comida transcurre con tranquilidad. Intercambiamos palabras y nos contamos
como han sido las primeras clases.
Le cuento
que he conocido a Manu y se ha prestado voluntario para acompañarme a comprar
el GPS.
Para cuando
terminamos, nos dirigimos al pasillo de las habitaciones de las chicas.
-Bueno
Alicia, luego nos vemos y me cuentas que tal con Manu.
-Vale Mery.
–Le dedico una sonrisa y entro en mi habitación. Se oye como ella cierra la
puerta de la suya.
Son las tres
y media. Aún tengo tres horas antes de quedar con Manu. Decido llamar a Ester a
ver qué tal ha empezado las clases.
Cojo el
móvil, marco su número y al tercer bip salta el contestador. Vaya. No podrá,
supongo que me llamará cuando vea la llamada.
Dejo el
móvil encima de la cama y me dirijo al armario.
¿Qué ropa
debería ponerme?
Me miro en
el espejo. Me encanta el vestido que llevo puesto. Me miro de frente y de
perfil y me viene a la mente las palabras del chico con el que me crucé antes.
“La niña del
vestidito se me pone a la defensiva”
¿Tiene algún
problema con la ropa que me pongo? De ser así me da igual. Me visto como quiero
y no voy a cambiarlo por las palabras de un cretino como él.
Decido
olvidarme de lo sucedido.
Me quito la
ropa, la doblo y la guardo. Busco y busco pero no sé qué ponerme. Después de
infinitos modelos, opto por unos pantalones vaqueros ajustados y una camiseta
blanca.
Sin querer
darme cuenta, me vuelve a venir a la mente el chico de negro. Se puso borde
conmigo y luego se peleó en el pasillo. ¿Por qué razón se habría peleado?
Creo
recordar que el profesor le llamó Alejandro cuando se le llevaba al despacho
del director.
Realmente me
pica la curiosidad de saber por qué se peleó. Pero tampoco creo que me vaya a
enterar así que, ahora sí, me olvido de él.
Decidir qué
ponerme me ha llevado más tiempo del que pensaba y sumirme en mis pensamientos
ha hecho que se me pase el tiempo volando.
Miro el reloj
y son las cinco y veinte. Ester todavía no ha dado señales de vida, que raro en
ella.
Será mejor
que vaya saliendo porque como Manu llegue antes que yo, se va a burlar de que
la puntualidad no es lo mío, cuando los dos sabemos de sobra que no es así.
Wow me gusta como escribes aparte de que es buena historia sigue así ¡Nos leemos! :)
ResponderEliminarMuchas gracias! Un beso enorme, nos leemos ^.^
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